Todo al negro.
Apuesto.
Apuesto todas las piedras de mi camino,
todo el arena de mis zapatos,
y todo el plural de mis solos.
Apuesto hasta mis poros.
E incluso mi caótico alter ego.
Apuesto lo que hace tiempo acordé con el viento y mis vuelos cerca del Sol.
Y apuesto hasta este fracasado intento de ganarme apostando por mí.
Apuesto a que la única manera de viajar siempre es encontrar a alguien que no quiera dejar de viajar y que a su vez te busque a ti porque viajas siempre.
Apuesto todas las deudas y si gano, me las pagas.