top of page

Sobre un cuerpo sobre otro

Hay cuerpos que están destinados a atraerse eternamente como si se tratase de dos imanes. Como si en el momento en el que rozasen las piernas, lo terrenal pasase a segundo plano y la atracción fuese mucho más que física. Como si la fuerza de voluntad por mantenerse alejados fuese algo imposible.

Hay cuerpos que desprenden magia en gotas de sudor frío cada vez que se pegan a una piel con los mismos grados y deseo de pelearse. Hay cuerpos que no existen porque sí, hay cuerpos que existen para otro cuerpo. Porque encajan entre las yemas de los dedos del que esculpe cada curva, cada vértice, con la pasión de un Miguel Ángel adolescente. Con la lengua dormida de tanto lamer la mar y romper cadenas de sal. Con la inocencia del niño que arranca una flor invitándola a morir de sed en su pecera.

Hay cuerpos que se sienten dentro porque así lo desearon cuando se desearon y siempre se desearán.

Hay cuerpos que tienen restos de la piel de los labios que un día arañó sus tripas y mordió su espalda. Que sienten las huellas dactilares como balas derretidas, que susurran las comisuras de entrepierna porque quieren hundir ahí el alma y los huesos. Que cierran los ojos para sentir mejor el olor del cuello que habitan sin hacer ruido porque no hay nada que decir ya. Y morir un quejido y solo, solo cinco minutos más.

Hay cuerpos que arquean espaldas sin clavar ni una flecha en la diana que vive entre pecho y pecho. Hay cuerpos que bailan rompiendo en mil pedazos los soportes de polvo que jamás pudieron soportar. Hay cuerpos que son uno y sin querer serlo siempre lo serán.


Featured Posts
Recent Posts
Archive
Search By Tags
No hay tags aún.
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page